Un multi-billonario paquete de gastos para aumentar la producción de semiconductores de EE. UU. debe tener en cuenta una dura realidad: el mundo ya está inundado de incentivos para la fabricación de circuitos integrados. Lo que hace que el esfuerzo de EE. UU. sea único es la enorme suma única ―aproximadamente 77 mil millones de dólares en subsidios y créditos fiscales― destinada a impulsar la fabricación estadounidense del componente tecnológico omnipresente. Pero otros países ―especialmente en Asia― han repartido dólares gubernamentales y ofrecido regulaciones favorables durante décadas. Y planean más.

China ha preparado inversiones equivalentes a más de 150 mil millones de dólares hasta 2030, según una estimación. Corea del Sur, con una gama agresiva de incentivos, tiene como objetivo fomentar aproximadamente 260 mil millones de dólares en inversiones en circuitos integrados durante los próximos cinco años. La Unión Europea busca más de 40 mil millones de dólares en inversiones públicas y privadas en semiconductores. Japón está gastando alrededor de 6 mil millones de dólares para duplicar sus ingresos nacionales de circuitos integrado para fines de la década. Taiwán tiene alrededor de 150 proyectos patrocinados por el gobierno para la producción de chips durante la última década y su líder impulsa una fabricación más localizada de equipos de semiconductores.

Fuente: Wall Street Journal vía Slashdot.

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