«No robarías un coche, ¿verdad? Entonces, ¿por qué estás pirateando?» Con este mensaje de 2004, la industria del cine esperaba convertir a quienes realizaban descargas ilegales en clientes de pago. Esta campaña finalmente se convirtió en un meme y éste es sólo uno de tantos anuncios contra la piratería que falla en cumplir sus objetivos.

Un nuevo trabajo de investigación identifica varias ideas de comportamiento que explican los errores comunes que se cometen en estas campañas. La suposición general de muchas personas es que―al agregar más argumentos― el mensaje será más convincente. Eso se llama la heurística ―más es mejor― pero la investigación del comportamiento ha demostrado que lo contrario suele ser cierto. Cuando se presentan muchos argumentos juntos, los más fuertes pueden diluirse con los más débiles. Por lo tanto, hacer referencia a malware, multas, baja calidad, desconexiones de Internet y pérdidas para la industria, todo mientras se asocia la piratería con el crimen organizado, resulta ser una muy mala idea. El impacto reducido de los argumentos más fuertes y más débiles también es una de las razones por las que la campaña «No robarías un auto» tuvo menos efectividad según lo planeado, sugieren los investigadores.

Las campañas contra la piratería también pueden centrarse demasiado en números secos sin ponerlos en contexto. Si bien estas estadísticas son vitales para la industria, el pirata promedio simplemente las pasará por alto. Este error también puede ser explicado por la psicología del comportamiento, que ha demostrado que las personas se identifican más con un problema o víctima si sienten algún tipo de conexión personal. Éso a menudo falta en los mensajes contra la piratería. Vale la pena señalar que sólo algunos mensajes personales son efectivos.

El documento menciona una campaña india contra la piratería en la que actores famosos de Bollywood instaron a la gente a evitar descargar películas ilegalmente, equiparando la piratería con el robo. Sin embargo, el público indio probablemente tenga poca simpatía por las posibles pérdidas en que incurren estos actores multimillonarios. De hecho, la campaña contra la piratería puede verse como una motivación adicional para piratear. «Todos los videos fueron protagonizados por actores reconocidos, cuyo patrimonio neto se estima entre 22 y 400 millones de dólares, en un país donde el ingreso anual per cápita es un poco menos de 2 mil dólares». Los investigadores añaden «Ésto puede ofrecer a los piratas una justificación moral: sólo roban a los ricos para 'alimentar a los pobres', una forma de 'efecto Robin Hood' que tiene aún más sentido con algunos bienes culturales o relacionados con el deporte».

La piratería es un fenómeno generalizado y global. Ésto lo hace particularmente problemático para los titulares de derechos de autor, pero enfatizar este problema en los mensajes contra la piratería ha demostrado ser una mala idea. Este es el tercer error que se destaca en el artículo. Al señalar que se supone que las personas deben obtener contenido legalmente y ―al mismo tiempo― mostrar que muchas personas se abstienen de hacerlo, es posible que se anime a la gente a piratear. La investigación del comportamiento ha demostrado que las personas a menudo prefieren seguir la norma descriptiva (lo que la gente hace) en lugar de la preceptiva (lo que prescribe la ley). «Informar directa o indirectamente a las personas que mucha gente piratea es contraproducente y fomenta la piratería al hacer que las personas objetivo se comporten de manera similar. Estos mensajes brindan a los posibles piratas la racionalización necesaria al enfatizar que 'todos lo están haciendo'», escriben los investigadores.

Fuente: Torrentfreak.

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