La última crisis que sacudió al gobierno de Grecia muestra que el problema de vigilancia del bloque va más allá del notorio Grupo NSO. Si creyeron que sólo en EE.UU. y México hubo escándalos, sólo esperan un poco porque todo indica que lo mejor está por venir.

El efecto dominó del escándalo está llegando al corazón de la Unión Europea. En los últimos 13 meses, se reveló que el spyware se había dirigido a líderes de la oposición, periodistas, abogados y activistas en Francia, España, Hungría, Polonia e incluso al personal de la Comisión Europea, el gobierno estilo gabinete de la UE, entre 2019 y 2021. El bloque ya inició una investigación sobre su propio uso de software espía, pero incluso mientras el comité de 38 personas trabaja para producir un informe para principios de 2023, la cantidad de nuevos escándalos aumenta rápidamente.

Lo que diferencia el escándalo en Grecia es la empresa detrás del software espía que se utilizó. Hasta entonces, el software de vigilancia en todos los escándalos de la UE se remontaba a una empresa, el notorio NSO Group. Sin embargo, el software espía que acecha al teléfono de Koukakis fue creado por Cytrox, una empresa fundada en la pequeña nación europea de Macedonia del Norte y adquirida en 2017 por Tal Dilian, un empresario que alcanzó notoriedad por conducir una camioneta de vigilancia de alta tecnología alrededor de la isla de Chipre y mostrarle a un periodista de Forbes cómo podría piratear los teléfonos de las personas que pasan.

En esa entrevista, Dilian dijo que había adquirido Cytrox y absorbido la compañía en su compañía de inteligencia Intellexa, que ahora se cree que ahora tiene su sede en Grecia. La llegada de Cytrox al escándalo en curso en Europa muestra que el problema es más grande que solo el Grupo NSO. El bloque tiene una floreciente industria de spyware propia. Mientras NSO Group lucha con un intenso escrutinio y está en la lista negra de EE. UU., sus rivales europeos menos conocidos se empujan para llevarse a sus clientes, dicen los investigadores.

En los últimos dos meses, Cytrox dista de ser la única empresa local que ha generado titulares por hackear dispositivos dentro del bloque. En junio, Google descubrió que el proveedor italiano de software espía RCS Lab tenía como objetivo los teléfonos inteligentes en Italia y Kazajstán. Alberto Nobili, director general de RCS, dijo a WIRED que la empresa condena el mal uso de sus productos, pero se negó a comentar si los casos citados por Google eran ejemplos de mal uso. «El personal de RCS no está expuesto ni participa en ninguna actividad realizada por los clientes relevantes», dice. Más recientemente ―en julio pasado― Microsoft detectó spyware creado por DSIRF de Austria al piratear bufetes de abogados, bancos y consultorías en Austria, el Reino Unido y Panamá.

Fuente: Wired, vía Slahsdot.

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